Bitarte, dícese del espacio inasible, intangible, inmaterial, que no pertenece ni al interior ni al exterior. Es un concepto de espacio que se sitúa entre dos lugares, y que en Japón es llamado Engawa. Fue en la universidad de arquitectura de Copenhague, The Royal Danish School of Architecture, donde estudié y apliqué este concepto de espacio en un proyecto académico dirigido por Daniel Serafimovski y Pierre d’Avoine.
Este vacío, articulador del espacio, que según Jorge Oteiza, y que junto con las reflexiones de Junichiro Tanizaki sobre la luz y la sombra, genera este lugar ambiguo y tan necesario que es el engawa y que ha dado nombre a nuestro estudio. Porque bitarte o el engawa es un espacio con carácter propio, inasible, ubicado en medio, que articula y organiza.
La serenidad que caracteriza a Tadao Ando y de la que habla Alberto Campo Baeza, es la filosofía misma de Bitarte. Ese espacio intermedio de pausa, de vacío, es la calma desde la que se nutre nuestro estudio y desde el que surge el impulso creativo de Bitarte.
“Me interesa el diálogo con la arquitectura del pasado, pero el pasado se debe filtrar a través de mi propia visión y experiencia”
Extracto de fundacion.arquia.es
Tadao Ando (Osaka, 1941) El arquitecto japonés galardonado, entre otras muchas distinciones internacionales, con el premio Pritzker de Arquitectura en 1995, colgó en su juventud los guantes de boxeador para formarse como arquitecto sin pasar por ninguna escuela de arquitectura. Un aprendizaje autodidacta lleno de lecturas y viajes por África, Europa y Estados Unidos, la gran influencia del movimiento moderno y un minucioso estudio de la arquitectura tradicional japonesa, avalan su intento de reconciliar en su obra modernidad y tradición.